Bar Roselli (José María Macías)

Bar Roselli

Te cerraron a “cal y canto”

aunque ya estabas muerto.

Igual que un ser humano,

te fuiste consumiendo.

Yo te recuerdo joven

por allá, por los treinta

cuando eras un jolgorio,

bar de pueblo, una fiesta.

Cuando a través del vidrio,

como dijo Discépolo,

te espiábamos, de paso

por las calles del pueblo.

Después fuimos entrando,

con timidez primero,

llegando a parroquianos,

hasta con fiado: “enteros”

Es difícil…quisiera

condensar en mi verso

tantos nombres y voces

que están en mi recuerdo.

Bar Roselli, o lo mismo

el Café de Pablito,

vos fuiste para Rawson

como el  “de los Angelitos”

¿Quién se acuerda?  Lo evoco

y me causa emoción

de aquel ítalo – judío

“el viejo Salomón”.

Y del chofer gangoso,

“el Vasco Telechea”,

que con el viejo Cohen

simulaban peleas.

Cómo olvidar la gracia

-ausente en mis cuartetas-

de un mozo, amigo, hermano,

Que se llamaba Boteta.

Y del afable Tupi

con paciencia de santo

¡Qué dupla con Boteta

para ese Bar lejano!

Cuando el pelado insigne

se corría hasta el piano

y desgranaba en notas

sentimentales tangos.

O cuando en tardes frías,

triunfantes o vencidos,

llenábamos el Bar

después de los partidos.

Y como está en la marcha

que supo un pueblo entero

cantábamos los versos

que nos dejó Montero.

No pueden resumirse

horas, días, escenas,

tantos nombres queridos

que se fueron, ¡Qué pena!.

Y aunque ahora estás muerto

Cuando miro tu esquina

Igual que a muchos (muchos?)

Me duele ver tu ruina.

Los recuerdos me asedian

y es pálido lo escrito…

Doy fin a esta “nostalgia”

de homenaje a “Pablito”.  

Playa Unión,  11 febrero 1996

JOSÉ MARÍA MACIAS. Autor de "POEMAS DE UN TIEMPO IDO" (Editorial Jornada, 2011. Vive en Playa Unión. "Siempre pensé, como dice la sabiduría popular, que de poetas y locos todos tenemos un poco y que el amor es cosa triste pero triste y todo es lo mejor que existe. Después compartí, con Fernando Pessoa, que “el poeta es un simulador que pretende sentir el dolor que presiente”. Esta edición es un sueño largamente esperado", escribió el autor en el prólogo.